¿Y si me Niegan la Visa? La situación de inseguridad personal, carencia de un marco jurídico confiable y la desesperanza por un futuro mejor, han estimulado una fuga inusitada de ciudadanos de varios países latinoamericanos tras la búsqueda de mejores horizontes. Los EE.UU., por ser un bastión de la democracia y la primera fuerza económica del mundo es, sin lugar a dudas, el principal polo de atracción a las corrientes migratorias latinas.
Entre los 55,2 millones de hispanos que conforman el 17% de la población total de los EE.UU. para el 2016, el grupo predominante es el de los mexicanos con 35 millones de personas, o sea, el 63%; luego le siguen los puertorriqueños con alrededor del 10%; salvadoreños con el 3,8%; cubanos con el 3,7%; dominicanos, 3%; guatemaltecos, 2,3% y el resto de los grupos hispanos agrupados, 14,2% del total. (Pew Research)
Se estima que la población latina, que conforma la minoría más grande de los EE.UU., deberá crecer a un 29% del total en el año 2050, según proyecciones del Pew Research Center. De hecho, los latinoamericanos seremos los principales contribuyentes al crecimiento poblacional de los EE.UU. durante la primera mitad del siglo XXI.
De la evaluación de estas estadísticas macro-sociales se desprende que los EE.UU. es uno de los países que ofrece mayor apertura a la inmigración. Sin embargo, a pesar de las auspiciosas cifras, emigrar a este generoso país no resulta posible para muchos de nuestros connacionales.
En este sentido vemos que la ley de inmigración norteamericana, en términos generales, admite peticiones de visa por vía laboral cuando se trata de profesionales universitarios, inversionistas o ejecutivos transferidos; por vínculo familiar cuando se realizan a través de un familiar directo que sea ciudadano estadounidense, o en algunos casos, que sea residente legal permanente; y por vía aleatoria en el caso de la lotería de visas. Otra fórmula de permanencia se deriva de la solicitud de asilo o de refugio.
A pesar de este amplio espectro de posibilidades son numerosos los casos de latinoamericanos que no logran calificar dentro de ninguno de los supuestos legales para optar por el estatus migratorio a los EE.UU. y, lamentablemente, sus solicitudes son declinadas. Entonces, ¿Qué puede hacer uno cuando le niegan la visa?
Sin pecar de excesivo pragmatismo mi consejo sería optar por un destino diferente que ofrezca condiciones necesarias en las que los inmigrantes se asimilen sin mayores traumas y puedan desarrollar sus actividades laborales y empresariales exitosamente. Particularmente creo que esas expectativas ideales solo podrían cumplirse en un selecto club de países vecinos: Costa Rica, Panamá, Colombia, Perú, República Dominicana y Ecuador. Veamos.
Costa Rica, por sus características peculiares, sería mi primera selección. Esta pequeña república centroamericana goza de una democracia de larga tradición y cuenta con una sociedad que exhibe elevados niveles de civilidad.
Costa Rica eliminó su ejército en 1949 y desde entonces ha desviado el gasto militar hacia los sectores de la educación y la salud. Hoy en día su población de poco más de 5 millones de habitantes disfruta de un sistema universal de salud y de educación gratuita hasta el nivel de secundaria al punto de que la esperanza de vida es de 79.92 años y la tasa de alfabetización del 96,3%.
El sector exportador constituye la principal actividad económica del país. A los rubros tradicionales de bananos, café, azúcar y carne se han agregado rubros de mayor valor agregado como microchips y otros productos de alta tecnología. El turismo, la primera fuente de divisas, gira alrededor de la estupenda biodiversidad de la región y son cada vez mayores los flujos de visitantes provenientes de los EE.UU., Canadá y Europa.
Costa Rica alberga numerosos organismos multilaterales, cuenta con numerosas universidades y centros de estudios de fama internacional y es un dinámico polo de atracción para la inversión extranjera y para quienes desean disfrutar de un retiro placentero.
Panamá es una república democrática de unos 3 millones de habitantes que disfruta de una ubicación privilegiada y de una economía floreciente motorizada por los sectores logístico y financiero.
Con la expansión del Canal los buques cargueros conocidos como Post-Panamax, con capacidad de hasta 13,600 contenedores de 20 pies, podrán surcar las nuevas esclusas. De hecho, la plataforma multimodal conformada por el Canal, el ferrocarril Interoceánico, los puertos en el Atlántico y el Pacífico, el Hub de las Américas para el transporte aéreo de carga y pasajeros y la Zona Libre de Colón, para el acopio y distribución de mercaderías a nivel mundial, le ratificarán al país del istmo su condición de ser el centro logístico de mayor importancia estratégica de América Latina.
Por su parte, el sector financiero ha adoptado nuevas tecnologías y conserva su tradición de prestigio frente a las instituciones bancarias más importantes del mundo.
Diversas empresas transnacionales tienen oficinas y realizan operaciones desde Panamá tales como Samsung Electronics, DHL, DELL, Hutchinson Port Holding Group, HSBC, BICSA, SCOTIABANK, Assicurazioni Generali, American Life Insurance Company, Sony, Panasonic, L’Oreal, Hitachi, DHL, Daewoo, Mitsubishi, Grunenthal, Alcatel-Lucent, Michelin, Unilever, Alfa Laval, Atlas Copco, Bosch, Kuehne+Nagel, Vanity Fair, Wrigley, Puig Beauty & Fashion Group y Burmeister & Wain Scandinavian Contractor (BWSC).
También hay una variedad de organizaciones internacionales reconocidas que han elegido a Panamá para sus operaciones, como UNICEF, el PNUD, la OEA, la Agencia Española de Cooperación Internacional y el Banco Latinoamericano de Exportaciones. El país, además, tiene suscritos acuerdos de libre comercio con los EE.UU. y con otros once países.
Perú, gracias a las políticas económicas de sus últimos gobernantes, ha pasado a formar parte del selecto grupo de naciones latinoamericanas que exhiben envidiables tasas de desarrollo. De hecho, el país está abocado a cultivar los mercados globales de inversión y comercio ofreciendo como contrapartida un mercado local abierto y competitivo.
La recuperación de la economía norteamericana ha favorecido el flujo de Comercio e inversión hacia Perú al punto de que los EE.UU. desplazaron a China como primer socio comercial. Con la aprobación del acuerdo comercial USA-Pacifico, Perú comenzará a absorber a corto plazo parte importante de los beneficios que se generarán de la actividad del bloque comercial más grande del mundo.
La economía peruana, que dependió tradicionalmente de la explotación de productos primarios provenientes de los sectores agrícola, pesquero y minero, hoy en día es considerada la quinta de Latinoamérica. Gracias al cambio cualitativo de la estructura productiva, las exportaciones tradicionales peruanas se han visto complementadas con productos de mayor valor agregado y tecnología tales como químicos, medicinas, maquinarias y productos alimenticios.
Perú ha sido muy exitoso en atraer capitales extranjeros gracias a que sus leyes no hacen distinción entre la inversión foránea y la local. Como resultado, Perú es considerado uno de los países más amigables y más abiertos a la iniciativa empresarial extranjera.
Colombia ha vivido en los últimos años transformaciones fundamentales en su estructura económica que la han conducido a una década de bonanza que parece continuarse en el futuro. Por encima de las exportaciones agrícolas tradicionales y las manufacturas, el petróleo ha pasado a ser el principal rubro de exportación de Colombia.
Por otra parte, Colombia posee el conglomerado de empresas de tecnología de la información de más rápido crecimiento mundial, así como la red de fibra óptica más grande de América Latina. Ha avanzado de tal manera su plataforma industrial que ya Colombia posee uno de los astilleros más grandes del mundo, así como importantes desarrollos en empresas de partes electrónicas y de electrodomésticos, automotriz, turismo, construcción, producciones audiovisuales y minería.
Colombia disfruta de una economía abierta y se beneficia de los varios acuerdos comerciales que ha firmado con los bloques económicos más importantes del mundo. De hecho, su privilegiada situación geográfica de tener costas en el Pacífico y el Atlántico le permite aprovecharse de los flujos de carga que arriban a sus puertos sobre ambos océanos.
Con la suscripción del Tratado de Paz con la guerrilla se le está poniendo fin a la lucha armada que ha afectado la paz del país por más de medio siglo. Con ese paso histórico Colombia entrará en una nueva etapa de florecimiento de la actividad empresarial y de fortalecimiento del tejido social de esta pujante nación.
República Dominicana, comparte con Haití la tierra insular originalmente conocido como La Hispaniola. RD disfruta de una tradición democrática de más de 50 años y ostenta uno de los climas económicos más estables de la región.
República Dominicana se ha caracterizado por ser un exportador confiable de azúcar, café, tabaco, oro, plata y ferroníquel. Recientemente, la economía se ha diversificado con el fortalecimiento del sector de los servicios, en especial el turismo, las telecomunicaciones y las zonas de libre comercio.
Con el aumento de la competitividad empresarial y de los programas de educación y entrenamiento para el trabajo se está creando un sano clima para las nuevas inversiones. Las fuerzas vivas del país entienden que hay que generar una cada vez mayor cantidad de bienes y servicios para satisfacer las demandas de los diferentes tratados de libre comercio suscritos por la Republica: USA (DR-CAFTA), Unión Europea (EPA), Comunidad del Caribe (FTA), Centro América (FTA), Panamá (FTA), Canadá (GSP), Suiza (GSP), Noruega (GSP), and Japón (GSP).
Sin lugar a dudas, el país tiene todos los elementos necesarios para mantener su dinámica tasa de crecimiento en los próximos años:
Localización estratégica sobre el Mar Caribe con una moderna infraestructura compuesta por 8 puertos acondicionados para recibir los cargueros Post-Panamax; 9 aeropuertos internacionales; y una amplia red de más de 19,000 kilómetros de carreteras.
Disponibilidad de una fuerza laboral calificada de unos 4.9 millones de trabajadores remunerada mediante una de las escalas salariales más competitivas de América Latina.
Moderna red de telecomunicaciones que incluye conmutadores digitales, fibra óptica y cable submarino. Constitución política favorable al desarrollo de los negocios y de la libre iniciativa empresarial.
Ecuador es una nación suramericana con un área similar a la del estado de Nevada y con una población de 16,4 millones de habitantes. Ecuador se encuentra al noroeste de América del Sur, limita con Colombia al norte, Perú al sur y al este, y el Océano Pacífico al oeste.
Ecuador es uno de los países menos costosos del mundo en el que vivir cuesta entre un 50% y un 70% menos, en comparación con un nivel de vida similar en Norteamérica. Aunque Ecuador es un país en vías de desarrollo, ofrece a sus habitantes atención médica de primera clase y de bajo costo, especialmente en las principales ciudades. Muchos médicos son educados en Estados Unidos, Europa, Argentina, Chile y Cuba.
La fuerza laboral ecuatoriana, de unos 7,4 millones de trabajadores, se emplea el 28% en agricultura, el 18% en industria y el 54% en servicios. Los principales productos de exportación son el petróleo, bananas, flores cortadas, camarones, cacao, café, cáñamo, maderas y pescado.
Uno de los factores que más contribuye a la estabilización de la economía ecuatoriana es que la moneda de curso legal es el dólar. En 2016 Ecuador registró una inflación anual de apenas 1,12%.
La infraestructura de servicios de transporte y comunicaciones cuenta con una red de carreteras, aeropuertos y puertos que contribuyen al desarrollo de las actividades económicas domésticas, al comercio exterior y al turismo. La electricidad y las telecomunicaciones cubren la casi totalidad del territorio nacional y el 43,2% de la población tiene acceso permanente a Internet.
Vivir en Ecuador les reporta a los extranjeros lo mejor de los dos mundos. Mientras se puede acceder cómodamente a los servicios de salud, telecomunicaciones y televisión se puede también disfrutar de los beneficios de una vida sana en comunión con la naturaleza y ajena a los avatares de las grandes ciudades.
Los trámites de inmigración son relativamente sencillos y las autoridades locales son amigables con los extranjeros que cumplen con los requisitos exigidos por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración.
Por todas las consideraciones anteriores podemos concluir que si eventualmente nos llegaran a negar la visa norteamericana existen otros destinos donde quizás podamos encontrar un sucedáneo óptimo para la “Tierra Prometida”. Diríamos, en buen español, una frase que usualmente usamos a modo de consolación: “No hay mal que por bien no venga.”
______________________________________________
Autor: Alfredo Gonzalez I www.negociosenflorida.com I (786) 486-3615