¿Cuáles serán las consecuencias de la apertura a Cuba y su incorporación al mercado internacional?
Cuando recientemente escribí el artículo «Miami en Boom» ya pronosticaba un futuro auspicioso para nuestra pujante metrópoli sin contar con el inesperado aporte de la apertura hacia Cuba. Y es que el estado de Florida, y en especial Miami, jugará un papel estelar en el desarrollo del intercambio bilateral de negocios que muy pronto se disparará con la Isla.
En efecto, después de las reiteradas gestiones de la Cámara de Comercio de los EEUU – organismo que agrupa a más de 3 millones de empresas- y de múltiples visitas de congresistas y empresarios norteamericanos a la Isla, el Presidente Obama anunció una medida ejecutiva que iniciará un proceso irreversible de creación de vínculos económicos entre ambos países.
Es así que de momento, mientras se discute la suspensión del bloqueo a Cuba a nivel legislativo, los ciudadanos norteamericanos ahora podrán:
- Viajar libremente a Cuba.
- Usar tarjetas de crédito hasta por un monto de $500 por persona por año.
- Incrementar los niveles de exportación de productos agrícolas, medicinas y alimentos.
- Utilizar los servicios de bancos norteamericanos que comenzaran a operar en Cuba.
- Disfrutar de los avances tecnológicos que empresas norteamericanas de comunicaciones, programación e Internet introducirán en la Isla.
- Beneficiarse de los servicios de su embajada en la Habana que será abierta al restablecerse las relaciones diplomáticas.
Si se produce la suspensión del Embargo los beneficios serán mayores:
- Se abrirá la exportación de maquinarias y equipos y tecnologías en todas las áreas económicas.
- La inversión norteamericana, estimulada por mano de obra barata, florecerá en los diversos sectores de la actividad empresarial, el turismo en especial.
- Se estimulará la demanda de servicios profesionales y técnicos de Estados Unidos incluyendo la ingeniería, la construcción, el transporte, la banca, las finanzas, los seguros y la consultoría.
- Se abrirá el mercado norteamericano para los bienes y servicios cubanos.
Como señala la encuesta de opinión de FIU 2014 la mayoría de los cubanos radicados en los EEUU favorece la apertura económica y la renovación de las relaciones diplomáticas con Cuba. Y es que Cuba, después de 53 años de embargo y de penurias económicas, ha permanecido al margen de los grandes avances tecnológicos que han transformado al mundo.
Por medio de la inversión extranjera Cuba podrá desarrollar su infraestructura de servicios y su mercado interno de bienes manufacturados; un importante sector de su población se incorporará a la fuerza laboral y los salarios tenderán a fijarse en función de la productividad; el poder adquisitivo del pueblo cubano aumentará sustancialmente y los flujos de comercio internacional crecerán proporcionalmente.
Las fértiles tierras cubanas han probado ser apropiadas para el cultivo del tabaco, la caña de azúcar, el café, los frutos cítricos y la ganadería de carne y leche. Igualmente, Cuba es prodiga en depósitos de níquel, cobalto, hierro, cobre, manganeso, zinc y posee reversas petroleras sin explotar en su plataforma marina. Con la inyección de recursos financieros y tecnología norteamericanos esos sectores se incorporaran rápidamente al proceso de modernización de Cuba.
Ahora bien, como el tema ha pasado de la retórica a la acción, después del anuncio en paralelo efectuado por los máximos voceros de Washington y La Habana el 17 de diciembre pasado, toca ahora la reunión entre funcionarios de alto nivel de ambos países el 21 de enero de 2015. Los temas de inmigración y normalización de relaciones diplomáticas coparan la agenda en esa ocasión.
En igual sentido, el gobierno cubano inició conversaciones con la Unión Europea en mayo de 2014 con el objeto de normalizar los vínculos políticos que supeditaban las relaciones con la Isla. Si Cuba logra convencer a las autoridades de Bruselas de que su propósito de enmienda en materia de derechos humanos es real, las relaciones políticas tomarán su cauce normal y se restablecerá el flujo de fondos financieros y de comercio desde y hacia Europa.
Si se logra levantar el embargo, los EEUU pasarían sin duda a ser nuevamente el primer socio comercial de Cuba y Florida, por su parte, será el primer beneficiario de la reapertura. De momento, el empresariado local deberá conformarse con este aperitivo administrativo mientras llega el plato fuerte que será servido por la gestión de la mayoría legislativa de Washington.