Este 2019 tanto América Latina como el resto del mundo fueron espectadores ávidos de la guerra comercial que se desató entre Estados Unidos y China, la cual impacta de diferentes formar tanto a a región como al resto de los países, no obstante algunos sacan ventajas de este hecho.
Redacción MiamiDiario
Este épica guerra comercial entre China y Estados Unidos comenzó en marzo de 2018, después de que el primer mandatario de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció que aplicaría aranceles de 50.000 millones de dólares a los productos chinos basándose en el artículo 301 de la Ley de Comercio de 1974.
Trump se fundamentó en el artículo 301 para empezar este conflicto comercial asegurando que existía un historial de «prácticas desleales de comercio» y robo de propiedad intelectual.
El 2 de abril de 2018, China respondió que cobraría aranceles comerciales a más de 128 productos estadounidenses, incluyendo la soja, una de las principales exportaciones de Estados Unidos hacia el gigante asiático. Esta medida afectaría unos US$3.000 millones en importaciones, esta fue una nueva escalada en la guerra comercial entre las dos economías más grandes del planeta.
El Ministerio de Comercio chino detalló que las frutas y otros bienes relacionados tendrán un arancel del 15%, mientras que para los productos derivados de los porcinos el arancel sería del 25%.
En otro comunicado el Ministerio de Comercio chino urgió también a Estados Unidos a dar marcha atrás a colocar aranceles contra acero y aluminio de su país. Pekín aseguró que esas sanciones violaban las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), además solicitó devolverle a los intercambios bilaterales la normalidad.
Dos meses después, el 15 de junio de 2018, Donald Trump, anunció la imposición de aranceles del 25% a una lista de productos chinos por 50.000 millones de dólares, además acusó a Pekín de robo de propiedad intelectual, relató en ese momento bbc.com.
Los aranceles impuestos por Trump se empezaron aplicar a partir del 6 de julio de 2018, y afectaban a 1.102 categorías de productos, los cuales eran tan variados como neumáticos de aviones, hasta lavadoras.
Los expertos indicaron que esos aranceles se dirigían -principalmente- hacia mercancía de los sectores industriales incluidas en el plan»Made in China 2025″, con el cual Pekín desea desarrollar una producción de alta tecnología en el área aeroespacial, automotriz, de tecnología de información y robótica.
Trump aseguró en el 2018, «Estados Unidos no puede tolerar la pérdida de nuestra tecnología y propiedad intelectual a través de injustas prácticas económicas».
Respuesta de China
La respuesta de China no se hizo esperar, al día siguiente, el 16 de junio de 2018 -a través de un comunicado del Ministerio de Comercio- aseguró que también impondría sus propios aranceles. En el mismo se leía, «Vamos a introducir medidas arancelarias de la misma escala y con la misma intensidad.»
Por su parte el Ministerio de Exteriores de China acusó a Washington de destruir intereses bilaterales y de debilitar el sistema de comercio internacional.
En un comunicado la cartera de Exteriores china expresó, «Estados Unidos ha mostrado cambios repentinos y ha desatado una guerra comercial», indicó bbc.com.
En otro párrafo se lee, «China no quiere una guerra comercial. Sin embargo, al ser confrontados con este acto miope que daña a Estados Unidos y a otros, China se ha quedado sin otra opción que combatir enérgicamente, para defender los intereses de la nación y su gente».
De esa forma, la Comisión de Aduanas de China informó sobre la imposición de aranceles adicionales del 25 %, por valor de 50.000 millones de dólares sobre 659 productos estadounidenses, es decir el mismo valor impuesto por Donald Trump, destacó lavanguardia.com.
Las mercancías más afectadas serían los vehículos y los productos agrícolas, dos de los sectores más sensibles para el país norteamericano.
Empieza la guerra
El 6 de julio de 2018, China acusó a Estados Unidos de iniciar «la guerra comercial más grande en la historia de la economía».
Los aranceles del 25% impuestos por Trump a más de 800 productos chinos -como maquinaria industrial, dispositivos médicos y autopartes- equivalentes a 34.000 millones entraron en vigencia ese 6 de julio, destacó cnn.com.
Ese mismo día el Ministerio de Asuntos Exteriores de China anunció que los aranceles de su país a mercancía estadounidense entraron en vigencia de forma inmediata una vez que Washington cumplió su amenaza.
De esa forma ambas naciones impusieron nuevos y elevados aranceles a decenas de miles de millones en exportaciones del otro.
Y la guerra continuó, tres días más tarde, Washington declaró que Estados Unidos establecería aranceles adicionales del 10 % a otros 200 000 millones de importaciones chinas, si China respondía a las medidas estadounidenses, informó bbc.com.
Por su parte, el gigante asiático replicó amenazando con aranceles sobre 50.000 millones en los productos estadounidenses, y reafirmando el «inicio de una guerra comercial» por parte de Estados Unidos.
Después, el 8 de agosto el USTR publicó la lista de los 279 productos chinos, por un valor de 16 000 millones, que serían objeto de aranceles del 25 %.
China y la OMC
Debido al conflicto que se estaba desarrollando, China acudió en mayo de 2018 a la Organización Mundial de Comercio (OMC) buscando resolver la controversia existente con Estados Unidos en el marco del sistema de solución de diferencias del organismo internacional, explicó wto.org.
Uno de los aranceles impuesto por Estados Unidos que más estaba afectando al gigante asiático fue el relacionado con las importaciones de productos fotovoltaicos de silicio cristalino y a las medidas relacionadas con la energía renovable.
Después de esta solicitud, el subsecretario de Asuntos Internacionales del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, David Malpass, y el viceministro de Comercio de China Wang Shouwen se reunieron el 22 de agosto en Washington DC, el objetivo de este encuentro era reiniciar las negociaciones.
Al día siguiente, Estados Unidos puso en vigencia los aranceles impuestos a productos chinos por un valor de 16.000 millones de dólares. Por ello, el 27 de agosto China vuelve a la OMC a realizar una nueva solicitud en el sistema de solución de diferencias.
Luego el 1 de diciembre de 2018, durante la reunión del G-20 llevada a cabo en Argentina, los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump y de China, Xi Jinping se reunieron por más de dos horas, y acordaron posponer la imposición de nuevos aranceles comerciales por un plazo de 90 días, relató elpais.com.
El objetivo de este encuentro entre mandatarios era buscar una solución a la a la guerra comercial entre los dos mayores bloques económicos del mundo
Antes de la reunión con Xi Jinping en Buenos Aires, Trump amenazó con subir el 1ero de enero al 25% los aranceles del 10% que imponía Estados Unidos sobre 200.000 millones de dólares de mercancía china. Este aspecto inquietaba tanto a China como a todo el mundo, ya que las consecuencias en el sistema económico hubieran sido incalculables en la guerra entre las dos mayores potencias del planeta.
Después de la tregua acordada en la guerra comercial, en enero de 2019, importadores chinos compraron tres veces soja de Estados Unidos en un mes, comentó reuters.com.
Este fue un importante paso debido a que las exportaciones estadounidenses de soja a China, principal comprador mundial de la oleaginosa, había caído vertiginosamente debido a la disputa comercial que enfrenta a ambos países, esto ocasionó que la mayor oferta llevara los precios para los agricultores estadounidenses a mínimos en casi una década.
Arremetida contra Huawei
En una nueva escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la fiscalía estadounidense acusó de fraude bancario, defraudar a Estados Unidos y blanqueo de capitales a Huawei. A lo que inmediatamente la empresa tecnológica china contestó con un comunicado donde negaba estas acusaciones y revelaba que confiaban en que la justicia norteamericana llegara a la misma conclusión.
El 19 de mayo de 2019, Google, siguiendo órdenes de la administración de Trump, anunció que no daría más actualizaciones de su sistema operativo para móviles, Android a los propietarios de teléfonos de la marca Huawei.
De esa forma Google suspendió con Huawei aquellos negocios que requerían transferencia de hardware y software, salvo aquellos cubiertos por licencias open source, destacó xataka.com.
La nueva sanción incluyó que las nuevas unidades de Huawei no podían emplear aplicaciones básicas para funcionar (como Gmail, Play Store, Google maps, entre otros).
La empresa tecnológica china al conocer esta decisión de Washington informó que crearía sus propias actualizaciones, pero la complejidad de diseñar y distribuir un nuevo sistema operativo, la dificultad para que los programadores de aplicaciones saquen una tercera versión de las aplicaciones, crearon dudas sobre la efectividad de las propuestas de Huawei.
Para algunos expertos en el área tecnológica, Estados Unidos tomó esa decisión porque no quiere la competencia china en la fabricación de alta tecnología.
Una de las primeras compañías en criticar esta decisión del gobierno de Trump fue Google -a pesar de obedecer el mandato- alegó que era mucho más seguro que los móviles de Huawei funcionarán con el sistema operativo propio que con un software desarrollado en China.
Motivado por esta afirmación o no, la realidad es que Trump acudía un mes después a la reunión del G20 de Osaka para bajar la tensión y prorrogar el veto de las empresas americanas a Huawei.
De hecho, mostrando buena voluntad, la última extensión de la Licencia General Temporal para la empresa Huawei de China estaba programada para expirar en noviembre de 2019, no obstante el Departamento de Comercio de EEUU anunció una extensión de 90 días.
G20 Osaka 2019
El 29 de junio, en la ciudad japonesa de Osaka, lugar donde se celebró la cumbre del G-20, la reunión concluyó con un esperado anuncio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el mandatario chino, Xi Jinping, acordaron una tregua en la guerra comercial tenían ambas naciones desde hace más de un año, informó france24.com.
En esa oportunidad Trump aseguró que su gobierno no impondrá nuevos aranceles a las importaciones chinas y que permitirá que las empresas estadounidenses vendan productos a la compañía Huawei, de esa forma mostró una mejora en las relaciones entre estos países, después de un año de creciente tensión.
Otro de los acuerdos entre ambos mandatarios fue reanudar las negociaciones comerciales, la cuales fueron interrumpida en el mes de mayo.
En ese momento Trump manifestó, «Vamos a trabajar con China desde donde nos habíamos quedado, para ver si podemos llegar a un acuerdo».
El mandatario estadounidense comentó que China se comprometió a comprar “grandes cantidades” de productos agrícolas a Estados Unidos, hecho que el gobierno de Beijing ya había accedido en diciembre de 2018.
¿Concluyendo el conflicto?
Cabe destacar que el 12 de octubre Estados Unidos y China se comprometieron a firmar un acuerdo parcial para no subir los nuevos aranceles que existían en ese momento. Donald Trump aseguró que el gobierno asiático admitió hacer cambios en la forma en la que gestiona su economía, incluyendo unas leyes de propiedad intelectual más estrictas y un mayor acceso de los mercados financieros.
Según businessinsider.es el 8 de noviembre de 2019 fue la fecha en la cual Estados Unidos y China llegaron a un acuerdo para que comience la primera fase de su tregua comercial con la retirada de aranceles.
Un portavoz del Ministerio de Comercio aseguró a Reuters que China y Estados Unidos acordaron reducir proporcionalmente los aranceles a los productos de cada uno gradualmente, por fases, hasta alcanzar un acuerdo comercial de «fase uno».
China indicó que la proporción de tarifas canceladas deberá ser la misma para cada nación, según el principio de acuerdo. La cantidad de alivio arancelario que vendría en la primera fase, que se firmará en las próximas semanas, dependerá del contenido de ese acuerdo.
Luego el 12 de diciembre, bloomberg.com informó que China y Estados Unidos llegaron a un acuerdo para poner fin al conflicto. Destacó la agencia de noticias que el mandatario, Donald Trump firmó un acuerdo comercial de fase uno con China, evitando la introducción el 15 de diciembre de nuevos aranceles sobre unos $ 160 mil millones en bienes de consumo de la nación asiática.
El acuerdo presentado al presidente de los Estados Unidos por asesores comerciales incorporó una promesa de China de comprar más productos agrícolas norteamericano.
Esas declaraciones hicieron que las acciones mundiales subieran y lograran un récord por primera vez desde principios de 2018, además los rendimientos de los bonos se incrementaron por el optimismo sobre el comercio.
Ese día, Trump tuiteó que Estados Unidos y China están «MUY cerca» de firmar un acuerdo comercial «GRANDE».
También el yuan aumentó más en un año, subiendo por encima de 7 por dólar.
Luego el primer mandatario estadounidense colocó en su cuenta en Twitter, «Acercándose MUY a una GRAN OFERTA con China. Ellos lo quieren, ¡y nosotros también!»
Getting VERY close to a BIG DEAL with China. They want it, and so do we!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) December 12, 2019
Ese tuit logró que los mercados de valores abrieran en Nueva York, enviando acciones a nuevos récords.
Luego el 25 de diciembre, después de más de un año de tensiones en las relaciones entre Estados Unidos y China, el Ministerio de Finanzas del gigante asiático anunció que realizarán recortes arancelarios para más de 850 productos, entre otros medicinas para el asma y la diabetes, la carne de cerdo, placas de circuitos integrados, otros componentes de alta tecnologías, entre otros, indicó
El ministerio de Finanzas de China informó que la reducción de los aranceles será a partir del lunes 1 de enero, aseveró que el objetivo de esta medida es estimular el desarrollo económico y la competencia, destacó elnuevoherald.com.
Con esta medida se cumplen con algunas de las resoluciones que pactaron Estados Unidos y China como parte de; acuerdo comercial que firmaron después de tener una guerra arancelaria que ha impactado los mercados financieros del mundo. Solo queda esperar la culminación de este conflicto los primeros meses del 2020.