Raúl Castro entendió a buena hora que el subsidio petrolero de Venezuela no sería suficiente para sustentar las bases de la precaria economía cubana. Por eso, desde que tomó posesión como presidente de Cuba en el año 2008 se las ingenió para buscar fórmulas de acercamiento con los EE.UU.
Gracias a la gestión mediadora del Papa Francisco se establecieron los primeros contactos al punto de que en septiembre de 2009 el presidente Barack Obama levantó una serie de restricciones que limitaban los viajes de familiares a la isla y elevó el monto permitido de remesas de $500 a $2,000 per cápita.
Luego, en el año 2011, la administración del presidente Obama decidió ampliar el espectro para las autorizaciones de viajes de norteamericanos a Cuba.
Por su parte, el gobierno cubano inició un proceso de reformas en inmigración a partir del 2013 y comenzó a expedir pasaportes a los cubanos que desearan viajar a los EE.UU. y a otros países.
A la fecha, la Administración Obama ha emitido una orden general para permitir los viajes de norteamericanos a Cuba cuando se trate de las siguientes actividades:
- Visitas familiares
- Visitas gubernamentales
- Actividades periodísticas
- Investigación y reuniones profesionales
- Actividades educativas
- Actividades religiosas
- Presentaciones públicas, clínicas, talleres de trabajo, competencias atléticas y deportivas, y exhibiciones.
- Ayuda para el pueblo cubano
- Proyectos humanitarios
- Actividades de fundaciones privadas o de investigación o de institutos educativos
- Exportación, importación o transmisión de información o materiales informativos
- Ciertas transacciones de expertos
De igual manera se facultó a cada viajero autorizado a importar $400 en productos cubanos y a transferir $10,000 por viaje.
En mayo de 2015 el presidente Obama ordena la remoción de Cuba de la lista de países que propician actividades terroristas e inmediatamente, en julio, se reinician las relaciones diplomáticas entre ambos países y se inauguran las embajadas de Cuba en Washington y de los EE.UU. en La Habana.
El último avance en las relaciones mutuas se acaba de producir al aprobarse medidas que permitirán que empresas norteamericanas vinculadas al traslado de encomiendas, telecomunicaciones, comercio exterior y agencias noticiosas puedan abrir oficinas, almacenes y puntos de venta al detal en territorio cubano. Ahora, los empresarios, profesionales, ejecutivos e inversionistas locales, junto con sus familiares inmediatos, podrán viajar a la isla a promover sus negocios.
Resulta impresionante ver que, aunque el levantamiento del embargo económico sigue pendiente de una decisión legislativa, importantes avances se están logrando en la siembra de un nuevo clima de relaciones bilaterales.
Como van las cosas, pronto veremos a los primeros cruceros atracar en puertos cubanos; los cubanos comenzarán a disfrutar de un sistema eficiente de Internet cuya penetración es hoy de apenas 5%; los teléfonos celulares y las tarjetas de crédito y débito pasarán a ser de uso común en la isla; los vuelos chárter serán sustituidos por vuelos regulares; los norteamericanos podrán abrir cuentas bancarias en sucursales de bancos norteamericanos en Cuba; y en general, empresarios de ambos países harán negocios de manera rutinaria.
Para los empresarios y dueños de negocios en Florida las inmensas oportunidades que presenta la apertura con Cuba no deben pasar desapercibidas. El “Estado del Sol”, separado de la isla por solo 90 millas de mar, cuenta con una sólida economía capaz de suplirle al sediento mercado cubano el grueso de los bienes y servicios que ansiosamente requiere.
¡A ponerse las pilas, pues!