Varias naciones han denunciado la compra de mascarillas defectuosas al régimen de China, y los políticos han descubierto de la forma más amarga lo que sabe cualquier empresario que negocia con ese país, que es un mercado muy arriesgado, lleno de impedimentos democráticos y de embaucadores.
Redacción MiamiDiario
En España con la compra de suministros médicos la situación ha sido tan ilógica como el caso de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso, quien un tal Angel le dijo a través de Twitter, “Tengo un proveedor de Corea del Sur que puede conseguir test del covid-19 para hospitales, autotests y mascarillas ¿Quieres su contacto?”, y la político contestó “Sí. Por [mensaje] privado. Gracias”. Sin saber quien era, narra elconfidencial.com.
Debido a la escasez de los productos médicos por la pandemia del coronavirus de Wuhan que azotó a Europa y a Estados Unidos dejó sin insumos a los diferentes países, las redes de hospitales están buscando masivamente -y sin red-en los mercados asiáticos todos los productos para combatir la pandemia.
Esta situación favoreció notablemente a China, ya que los precios de los suministros se dispararon.
En el caso de España, «la declaración una semana antes del estado de alarma aguzó la escasez por las expectativas de expropiación y control de precios. Importadores y agentes privados paralizaron sus operaciones. Las mascarillas desaparecieron de las farmacias y el magro suministro disponible quedó reservado para el frente clínico. Pero no había suficiente. Mientras Sanidad instruía a los hospitales a trabajar sin protección, las fotos del personal sanitario enfrentando la pandemia enrollado en bolsas de basura se multiplicaban en redes sociales», describió elconfidencial.com.
De esa forma el insólito tuit que Ayuso contestó sin revisar la llevó a comprar los productos médicos en China. considerado el principal exportador mundial de mascarillas quirúrgicas, batas, guantes, desinfectantes y ventiladores. Pero lamentablemente al comprar en un mercado extremadamente arriesgado, le trajo como consecuencias, pérdidas.
Para Rafael Jiménez, manager regional Asia-Pacífico de la división de productos de consumo Eurofins, una trasnacional especializada en servicios de laboratorio y control de calidad, En China siempre es necesario tener unos ‘ojos’ sobre el terreno que controlen todo el proceso, desde comprobar el producto a asegurar la logística. Muchos agentes privados y gobiernos europeos, con las prisas, no han dedicado los recursos y el tiempo necesario para importar de forma segura este tipo de materiales dando lugar a fracasos estrepitosos”
Países estafados por China
Ya son más de 10 países que cayeron en las manos de estafadores chinos, a quienes le pagaron pedidos fraudulentos de mascarillas, tests y otros materiales, y todo fue una estafa,
Entre los países que cayeron -uno a uno- en una de las redes de estafadores más grande del mundo se encuentran España, Países Bajos, Bélgica, Reino Unido, Alemania, República Checa, Canadá, entre otros.
Estas estafas han irritado a varios países occidentales, que consideran intolerable que Pekín permita este caos ante la mayor emergencia del siglo, pero también evidencia la gran dependencia crítica que tienen varios países de la industria china y lo poco que la conocemos.
A pesar de que el mercado chino es muy peligros, este país es «el gran bazar de este tipo de suministros. Antes de la crisis, la nación asiática producía cerca de la mitad de las mascarillas de todo el mundo, seguida por Taiwán, con el 20%. Otros posibles mercados, como Corea del Sur, Singapur, Vietnam y Tailandia, mantienen restringidas las exportaciones de estos equipos de protección -como hizo China durante lo más duro del brote continental», describe elconfidencial.com.
El negocio en China
Ahora que no tiene competencia y que muchos países han tenido que ver hacia China para comprar suministros médicos y sobrevivir, los números indican que en dos meses, «China exportó material médico por valor de más de 7.000 millones de euros, según declaraciones de Jin Hai, d
irector las aduanas chinas en declaraciones recogidas por el China Daily , destacó elconfidencial.com.
Además, el volumen de ventas casi triplicar las ventas desde unos 130 millones de euros a principios de abril a 320 millones diarios a finales de mes, indica el portal español.
La estafa china continúa
No obstante, a finales de marzo, España devolvió 58.000 test rápidos de diagnóstico de un total de 640.000 que había encargado a Bioeasy porque la sensibilidad de los tests -normalmente requerida del 80%- apenas superaba el 30%, informó elconfidencial.com.
“El intermediario de España fueron diversos proveedores en China pero decidió comprar a la compañía basada en Shenzhen porque fue el primero en responder”, explicó una fuente al diario estatal chino Global Times sobre el caso.
Otra nación estafada fue Países Bajos, que también devolvieron 1,3 millones de mascarillas que ya había repartido entre personal médico y enfermería porque pese a que tenían un certificado de calidad, no cumplían con su función.
Luego en Bélgica ocurrió lo mismo, el ministro belga Philippe De Backer, lamentó haber comprado tres millones de mascarillas FFP2 de una “calidad inaceptable”.
¿Qué dice China?
Hace poco un alto funcionario chino fue a una comparecencia, allí reconoció que algunos exportadores habían vendido mascarillas “no médicas” como “mascarillas médicas” y que habían detectado operaciones de venta a “un precio no normal”, destacó el portal español.
Para mostrar su compromiso por limpiar el mercado, Pekín ha anunciado la confiscación de casi 90 millones de mascarillas y 418.000 materiales protectores.
Pero las estafas continúan y pueden convertirse en un terrible problema para China y su credibilidad.
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